Como os comenté, el viernes me tocaba hacer la segunda prueba del vestido y hoy os cuento cómo fue.
Mis deseos se cumplieron y el vestido estaba casi perfecto de medidas... no como en la primera prueba que no había por donde cogerlo. Esta vez sí que estaban las medidas perfectamente tomadas de largo y de ancho y vi como sería el resultado final. Así que ya estoy contenta de haberme visto como quedaré con el vestido puesto y ahora falta sólo ultimar algunos detalles que faltan (las medias, la liga y el peluquero).
Sigo dudando mucho sobre qué peinado llevar... en unos días iré al peluquero a ver si me ayudan un poco y encontramos lo ideal para mí y para mi vestido.
Sobre el momento de probarse el vestido... ¿qué os puedo contar? Pues que en ese momento, dentro del probador y mirándote en el espejo, te vienen a la cabeza mil pensamientos: me imagino el momento de la entrada con todos los ojos puestos en mí y sobre todo me imagino yendo del brazo de mi padre y de la cara que pondrá Asier al verme... Pienso que sólo queda poco más de un mes para que esos pensamientos se conviertan en realidad y que tengo ganas que pasen los días para cumplir el sueño de casarme.
Foto vista aquí
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